En estos momentos, el principal reto al que se enfrentan las organizaciones es la Transformación Digital y lo primero que tenemos que admitir es que no es una elección, es una necesidad. Todas aquellas empresas que no la afronten más pronto que tarde, desaparecerán.
Pero, ¿qué se entiende por Transformación Digital? Podríamos definirlo como un proyecto planificado de cambio que persigue obtener los beneficios del modelo digital y que afecta de forma medular a la estrategia, los procesos, la tecnología y las personas.
Si analizamos la definición, podemos ver que en primer lugar es un proyecto, es decir, no es poner en marcha algunas iniciativas para actualizar la web o lanzar una app, sino que consiste en un viaje con una mayor duración.
En segundo lugar, debe ser planificado, por lo que entra en juego uno de los aspectos fundamentales, la estrategia. Y en este ámbito debemos preguntarnos aspectos como: ¿Conocemos cuál es nuestro punto de partida? ¿Sabemos dónde queremos llegar? ¿Tenemos clara la estrategia que debemos seguir?
Y en tercer lugar tener en cuenta que va a provocar un cambio en la organización, que va a afectar a los cuatro aspectos principales ya mencionados:
Todas estas preguntas y otras muchas son las que cualquier organización debe tener en cuenta a la hora de emprender este apasionante y necesario proyecto no exento de complicaciones, dificultades y también claro, muchos beneficios tanto desde un punto de vista de eficiencia como de incremento del negocio.
Para ello es importante contar con asesoramiento integral en estos cuatro aspectos, ya que sino el riesgo de lanzar un proyecto fallido será muy alto y eso no es nada recomendable.